Artículo
de opinión
El
dogma mata
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En la edad media se mataba a la gente en nombre de la religión, pero ahora se asesina en nombre de dogmas políticos
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El peor de todos los dogmas es el económico: el capitalismo y su expresión más contemporánea, el neoliberalismo
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Cuando una persona considera que su sistema de creencias es la única verdad absoluta, tenemos al descerebrado perfecto
Guillermo
Herrera, 28 ene 19 (Bahía del Palmer, Portus Magnus).- “¿Por
qué se autodestruyó la humanidad?” le preguntaron a un
supuesto viajero del tiempo procedente del futuro. “Por el
dogma” respondió. Y no se equivocaba, porque actualmente
se sigue asesinando a personas en nombre de un dogma político,
económico o religioso.
Un
dogma es un conjunto de proposiciones de carácter indiscutible y
obligado para los seguidores de cualquier sistema de creencias, o
el fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o
religión.
En
su origen etimológico, el término se deriva del griego y significa
"parecer, opinión o creencia", que a su vez deriva
de ‘dokeo’, que significa "pensar, suponer, imaginar",
pero el dogma pasó a significar leyes u ordenanzas decretas e
impuestas a otros en el siglo primero.
Tanto
es así que el término puede referirse a opiniones aceptadas por
filósofos o escuelas filosóficas, decretos públicos, religión o
decisiones promulgadas por autoridades políticas.
Es
decir, que el origen de la palabra no tenía nada de imposición
dogmática obligada por la autoridad, sino más bien de pensamiento o
imaginación compartido libremente por un conjunto de seres humanos.
Este
origen coincide asombrosamente con el pensamiento moderno que dice
que la ‘realidad’ no existe como tal, sino que es un postulado
resultante de un acuerdo social. Esto no evita que las barreras o
el tiempo sean reales, ni tampoco significa que la materia, la
energía, el espacio y el tiempo sean ilusiones. Todo ello es muy
real en este universo porque así lo hemos querido desde el principio
de los tiempos.
DOGMATISMO
El
dogmatismo no es otra cosa que una presunción de quienes
quieren que su doctrina o sus aseveraciones sean tenidas por verdades
absolutas. Es
decir, el dogmatismo es un
conjunto de creencias y doctrinas que son establecidos como
verdades indiscutibles. Por lo
tanto el término ‘dogmático’ puede usarse para referirse a
cualquier creencia que se mantiene
obstinadamente, incluyendo
creencias políticas y científicas.
Así
define Orpheus la palabra Religión.- “Conciencia de
creencias, otros determinismos y abrumamiento severo, agrupando
juntos el miedo y el escapismo, en un intento final del individuo
para mantener la estabilidad después de impactos o pérdidas no
duplicables.” (Excalibur-132) Yo siempre digo que Cristo fue
maravilloso, pero algunos cristianos no dan la talla.
Esto pasa en todas las
religiones.
También
el dogma se ha convertido en un conjunto de principios
establecidos por una autoridad como una verdad incuestionable,
que sirve como parte de las bases fundamentales de una ideología o
sistema de creencias, y que no puede alterarse o descartarse sin
afectar a todo el paradigma del sistema o a la ideología en sí.
DOGMA
ECONÓMICO
Esto
es lo que hay, pero ha ido a peor. En la edad media se mataba a la
gente en nombre de la religión pero ahora se asesina además en
nombre de dogmas políticos o económicos, y se hace con una
crueldad absoluta.
Pero
el peor dogma de todos es el económico.- Para autores como
Walter Benjamin (en su artículo “Capitalismo como
religión”), Max Weber (en su obra “La ética
protestante y el espíritu del capitalismo”), Giorgio
Agamben y Vicenç Navarro, entre otros, el capitalismo y su
expresión más contemporánea, el neoliberalismo, tienen en su
esencia un carácter religioso: necesidad de culto y fe, y aparición
de una dogmática propia que sostenga el culto. Pero
esto no quiere decir que sea bueno el comunismo,
porque no se trata de elegir entre blanco o negro, sino de echarle
más imaginación.
Cuando
una persona considera que su sistema particular de creencias es la
única verdad absoluta que existe en el universo y está dispuesto a
matar por ello, tenemos al descerebrado perfecto.
Lo
que no sabe este necio es que ignoramos muchísimo más de lo que
sabemos, y que ningún sistema de creencias es definitivo
ya que la verdad está en evolución constante porque
continuamente se están haciendo nuevos descubrimientos que
cuestionan los viejos paradigmas y que nos obligan a replantear
nuestras creencias constantemente.
La
sabiduría va unida siempre a la humildad y al dictado del
corazón para seguir un comportamiento compasivo y no cometer las
tropelías que vemos todos los días en las noticias.
El
8 de noviembre de 1.793, Madame Roland, pronunció antes de
ser guillotinada: “¡Oh, Libertad!, ¡cuántos crímenes se
cometen en tu nombre!”. El dogma, mata.
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