El sacrificio del iluminado

“Por numerosos que sean los seres, prometo liberarlos a todos.” (Voto del bodhisattva.)

Artículo de opinión

El camino del Renunciante

    • El sacrificio del iluminado

    • Una vida de humillaciones

    • La cabra siempre tira al monte

    • La gente suele ser desagradecida

    • Siempre crucifican a su salvador

Miski Liu Suria, dom 18 jun 23 (Bahía del Palmer, Portus Magnus).- Un bodhisattva es un ser humano vivo y despierto que alcanzó la iluminación un día y renunció a ella para cumplir su misión de vida de servicio y ayuda a la humanidad. Esta renuncia es muy dolorosa y conlleva una gran depresión. A veces el renunciante tiene que contaminarse de impurezas para permanecer anclado en la tierra y no irse volando al nirvana, lo que le puede ocasionar complejos de culpa y pecado. Otras veces el bodhisattva se arrepiente de haber renunciado pero volver atrás es difícil, y a lo hecho pecho.

Una vez que has probado la miel de la iluminación ya no vuelves a ser el mismo por mucho que lo disimules ante los demás. Te notan raro y diferente, y a veces te toman por tonto, cuando no sienten una hostilidad abierta por ser quien eres. No es algo consciente sino inconsciente. Para sobrevivir intentas adaptarte al mundo lo mejor que puedes pero ves que no tienes las mismas capacidades que los demás ni consigues creerte del todo la mentira socialmente aceptada, pero en cambio descubres que tienes otras capacidades que los demás no tienen.

AMNESIA

La mayor tragedia del bodhisattva es la amnesia. Se mete tanto en el mundo, se identifica tanto con las cosas, que se olvida quién es y esto le produce un gran sufrimiento, hasta que sufre un trauma que le obliga a recordar su identidad. Este instinto de regreso le lleva a apuntarse a una serie infinita de cursos de despertar que no le sirven para nada porque ya está despierto a nivel de alma.

Un bodhisattva no puede tener amigos íntimos porque no le comprenden nunca. Es como el patito feo de la clase que ignora que es un cisne. Los que están en el camino de la evolución espiritual lo toman como un estudiante atrasado porque parece tonto. No habla con casi nadie porque no tiene nada importante que decir, y no haya sentido en las conversaciones triviales.

El impulso solidario del bodhisattva no viene de su ego sino de su alma, y a veces el ego le reprocha al alma que sea tan generosa porque nadie lo agradece. Pero el alma no puede remediarlo, porque es su naturaleza. Igual que la naturaleza de la flor es florecer, la naturaleza del bodhisattva es extender sus brazos benévolos hacia toda la humanidad como el Chenresig de mil brazos de los tibetanos.

OBSTÁCULOS

El diablo trata de poner mil obstáculos al bodhisattva porque lo considera un enemigo muy peligroso por su capacidad de despertar almas extraviadas. Lo humilla en la infancia hasta el máximo extremo de todas las formas inconcebibles, desde la familia hasta el sistema educativo, y además le causa todo tipo de problemas de salud. Todos los niños del colegio se meten con el rarito sin saber por qué lo hacen, igual que en el cuento del patito feo, que todavía no ha descubierto que es un cisne.

Cuando llega a su vida laboral, el bodhisattva suele tener un jefe tirano que lo pincha constantemente y abusa de su nobleza. Suele ser un trabajador muy eficiente y se sacrifica por su empresa muy por encima de lo que le pagan, que no suele ser mucho, pero nadie se lo agradece y sus compañeros también lo maltratan por envidia y porque lo ven diferente. Además el bodhisattva detesta todas las religiones oficiales porque se da cuenta de que lo que predican no tiene nada que ver con su experiencia personal, pero en cambio ama a los místicos de todas las tradiciones porque se parecen mucho a él.

Por mucho que se esfuerce en ser igual que los demás, el bodhisattva nunca lo consigue, y los demás lo toman por loco porque no lo comprenden, ni mucho menos lo agradecen. Al final de su vida laboral el bodhisattva es un ser marginado con un sabor agridulce, con mucha sabiduría acumulada por las duras experiencias y con recuerdos que a veces le atormentan y que intenta borrar mediante diversas prácticas espirituales.

La cabra siempre tira al monte, y el bodhisattva es lo que es aunque a veces su ego no quiera serlo, pero no puede remediarlo porque la naturaleza de una flor es florecer. Cuando cumple su misión le ponen todo tipo de obstáculos habidos y por haber, desde un ataque de nervios hasta un dolor de barriga, o un preocupación de miedo, o una plaga de pulgas, y hasta la desmonetización de su canal, pero al final se vuelve un zorro y sabe quitarse de encima cada problema no sin dificultades.

LABERINTO

Al final de su vida se jura y se perjura que no volverá a caer en la trampa del samsara pero su alma no puede dejar de amar porque cada uno es como es. Todo su esfuerzo se enfoca ahora en encontrar el camino de regreso a su iluminación original, pero no es nada fácil porque se ha enredado demasiado en la prueba del laberinto y se ha perdido y desviado demasiadas veces de la ruta correcta. Por eso suplica todos los días al Infinito que le eche un cable para volver a casa porque ya está muy cansado y hastiado de tanta mentira, de tanta porquería mundana.

El bodhisattva es un príncipe renegado que renunció a los privilegios de la realeza igual que hizo Buda, y que se mezcló con el mundo para ser igual que los demás, pero nunca lo consiguió porque los demás lo veían extraño y diferente. No está de acuerdo con la máxima de los reyes de que hay que usar mano dura contra la plebe, pero la plebe suele ser muy dura con el bodhisattva y no duda en crucificar a su salvador porque es profundamente desagradecida, pero no puede dejar de amarlos a pesar de todo.

Hasta aquí mi experiencia en tercera persona, narrada en público por primera vez, después de haber tenido una epifanía sobre mi vida, pero ahora voy a tratar de resumir lo que dice la tradición oriental sobre la figura del bodhisattva, que no siempre coincide con mi experiencia personal.

DEFINICIÓN

Un bodhisattva se refiere a cualquiera que haya generado compasión o bodichita, un deseo espontáneo y una mente compasiva para alcanzar la iluminación en beneficio de todos los seres sintientes. Es un término compuesto: bodhi ("supremo conocimiento", iluminación) y sattva (ser). El término sánscrito sattva puede significar "fuerza, energía, vigor, poder, coraje" y, por lo tanto, el bodhisattva también podría significar "aquel cuya energía y poder se dirige hacia bodhi". Es aquel que trabaja para desarrollar y ejemplificar la bondad amorosa (metta), la compasión (karuṇā), la alegría empática (mudita) y la ecuanimidad (upeksa). Estas cuatro virtudes son las cuatro moradas divinas, llamadas incomensurables. Así pues, hace referencia a un ser embarcado en búsqueda de la iluminación suprema, no sólo en beneficio propio, sino en el de todos; se busca no sólo la salvación individual, sino la colectiva.

Un bodhisattva es alguien comprometido en reducir el sufrimiento de los otros. El voto del bodhisattva está motivado por una gran compasión y compromiso de generar bodhicitta, un deseo espontáneo de alcanzar la budeidad o iluminación en beneficio de todos los seres sintientes.

Al examinar el dilema de la humanidad, el bodhisattva reconoce que no podemos esperar a que mejoren las condiciones externas negativas hasta que hayamos transformado las mismas condiciones en nosotros mismos. Al cultivar nuestras cualidades inherentes como el amor y la compasión, podemos despertar lo que en sánscrito se llama bodhi o la gran mente, la fuente de todas las cualidades positivas, aquella que realza la eficacia y profundidad de nuestro trabajo siendo mucho más poderosa que nuestra mente común.

La idea del sacrificio forma parte de este principio. Según Sangharakshita, hay personas que viven en este mundo y haciendo un gran sacrificio con ello, pues han decidido darle la espalda al nirvana para regresar a la Tierra y ayudar a la especie humana a evolucionar cada vez más hasta alcanzar la iluminación.

Los bodhisattvas más conocidos son Avalokiteśvara, Manjusri y Samantabhadra. El más popular es Chenresig o Avalokiteśvara, el bodhisattva de la compasión. En China se conoce como Guānyīn, en Japón como Kannon y en el Himalaya como Chenrezig.

https://es.wikipedia.org/wiki/Bodhisattva

VOTOS Y PRECEPTOS

Los cuatro votos del Bodhisattva.

    • Por numerosos que sean los seres hago el voto de salvarlos a todos.

    • Por numerosas que sean las pasiones hago el voto de vencerlas todas

    • Por numerosas que sean las puertas del Dharma hago el voto de atravesarlas todas

    • Por perfecta que sea la Vía de Buda hago el voto de realizarla.

Votos cuádruples:

    • Los no rescatados los rescataré.

    • Los no liberados los liberaré.

    • Los incomodados los consolaré.

    • Aquellos que aún no han alcanzado el paranirvana, haré que alcancen el paranirvana.

Cuatro votos extensos:

    • A los que aún no hayan sido transportados, yo los transportaré.

    • A los que aún no han entendido, les haré entender.

    • A los que no se han asentado, yo haré que se asienten.

    • Aquellos que no han alcanzado el nirvana, haré que alcancen el nirvana.

Los diez principales preceptos del bodhisattva son en resumen:

    • No matar ni animar a otros a matar.

    • No robar ni animar a otros a robar.

    • No participar en actos licenciosos o alentar a otros a hacerlo. Se espera que un monje se abstenga por completo de la conducta sexual.

    • No usar palabras y discursos falsos, ni animar a otros a hacerlo.

    • No comercializar ni vender bebidas alcohólicas ni animar a otros a hacerlo.

    • No difundir las fechorías o faltas de la asamblea, ni animar a otros a hacerlo.

    • No elogiarse a sí mismo y hablar mal de los demás, ni animar a otros a hacerlo.

    • No ser tacaños, ni animar a otros a que lo hagan.

    • No albergar ira ni animar a otros a estar enojados.

    • No hablar mal del Buda, el Dharma o la Sangha ni animar a otros a hacerlo.

https://en.wikipedia.org/wiki/Bodhisattva_vow

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https://youtu.be/vKDpqGJ51rM

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El autor de este vídeo es Periodista Licenciado y Colegiado, con cuarenta años de experiencia, y Oficial de Aviación Reservista Honorífico, entre trece titulaciones. Mi seudónimo es Miski Liu Suria. (Un seudónimo es un nombre o ‘alias’ utilizado por un periodista en sus actividades, en vez del suyo propio, pero en realidad es mi nombre espiritual.)

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