Artículo de opinión
Nueva Espiritualidad
Rusa
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El Cosmismo es un movimiento filosófico y cultural surgido en Rusia
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Su idealismo humanista y cósmico inspiró el Programa Espacial Ruso
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Considera al ser humano como unión de lo Divino con la naturaleza material
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Pero el hombre tiene una tendencia egoísta e individualista hacia el aislamiento
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El principal problema con el que se enfrenta la humanidad es el de la violencia
Liu Suria, 21 abr 19 (Bahía del
Palmer, Portus Magnus).- Parece
increíble que en la que ha sido la
patria del materialismo dialéctico
del comunismo esté surgiendo una nueva espiritualidad llamada
Cosmismo, que no
tiene nada que ver con el comunismo, aunque suene parecido. Rusia
siempre ha tenido unas raíces espirituales muy profundas, por mucho
que intentara reprimirlas la
dictadura de Estalin. El
cine de Hollywood nos ha presentado siempre a los rusos como los
malos de la película, pero son personas normales que sólo buscan la
felicidad igual que
nosotros.
El Cosmismo es un movimiento filosófico y cultural
surgido en Rusia a principios del siglo XX que tiene más auge
cada día. Implica una teoría de la filosofía natural que, aunando
elementos religiosos y éticos, trataba de los orígenes, la
evolución y el futuro del universo y la humanidad. Las raíces de
este pensamiento se encuentran tanto en la tradición filosófica
occidental como en el cristianismo ortodoxo ruso. El Cosmismo
ruso se puede considerar como una tendencia filosófica que pretende
dar una explicación al fenómeno de la vida sobre
la Tierra y de la actuación y misión del ser humano
como manifestación perfeccionada de la misma.
SÍNTESIS DIVINA Y HUMANA
Uno de los conceptos claves del Cosmismo es el de ‘teo-humanidad’,
elaborado por la filosofía religiosa rusa. Enlaza con el
estudio cristiano de la unidad de lo divino y lo humano en la
naturaleza de Jesucristo. Cristo es interpretado como la
Unidad, la síntesis de lo divino y lo humano sobre
la Tierra. Esta idea está relacionada con el concepto de
unidad total, que se puede entender como conocimiento total,
global, o concepción única del mundo.
En el concepto de unidad total, el ser humano se
considera como la unión de la manifestación de lo divino con la
naturaleza material, con lo terrenal. La creación, como obra de
Dios, está revestida de divinidad. El ser humano, como parte
de la creación, es a la vez creación divina e intermediario entre
Dios y la naturaleza, entre Dios y la historia terrenal. El ser
humano sólo llega a ser persona cuando toma conciencia de su
pertenencia a una entidad cósmica.
EL FUNDADOR
Se considera a Nikolái Fiódorovich Fiódorov como el
fundador de la filosofía cosmista rusa. Sus ideas
filosóficas, aunque influyeron de manera significativa en Tolstói,
Soloviov, Tsiolkovski y Dostoyevski, Victor Skumin, etc., pero
apenas eran conocidas por un número reducido de amistades y alumnos,
manteniéndose desconocidas para el público en general.
Sólo después de su muerte sus trabajos fueron recogidos en dos
volúmenes y publicados por primera vez en 1.906 bajo el título de
“Filosofía de la causa común”. Las ideas
filosóficas de Fiódorov crean un sistema filosófico globalizador
en el que el ser humano, la Tierra y el cosmos, son interpretados
como algo interrelacionado e interdependiente.
Para Fiódorov, el principal problema con el que se enfrenta la
humanidad es el de la violencia. Esta situación es, a su vez,
consecuencia de la situación de dependencia total del ser humano con
respecto a la naturaleza, que lo somete a las leyes de la muerte.
En esa situación cada persona, cada comunidad, cada pueblo, se
plantea el problema de la supervivencia de una manera aislada con
respecto a los demás, toda vez que, condicionado por esa situación
de dependencia, el ser humano debe preocuparse antes
de nada por su propia conservación y perpetuación, lo que genera
una tendencia egoísta e individualista hacia el aislamiento.
Para que la humanidad pueda superar esta tendencia, debe tomar
conciencia de su situación de dependencia con respecto a las
fuerzas de la naturaleza y unirse para su superación. El ser
humano, con su capacidad para el razonamiento, debe conocer los
secretos de las fuerzas de la naturaleza y vencerlos, regularlos
en beneficio de la humanidad, lo que llevará incluso a dominar la
muerte.
DESTINO HUMANO
El Cosmismo se centra en la regulación de los fenómenos
atmosféricos, el control del movimiento de la Tierra, y la conquista
de nuevas tierras en el cosmos. Según Fiódorov, la muerte es un
fenómeno temporal causado por falta de conocimiento de la naturaleza
y de autoconocimiento del propio ser humano. Es decir, la muerte
es el resultado de la ignorancia.
Según Fiódorov, el ser humano está destinado
a dominar la naturaleza, a dirigirla, y con ello procurar el bien a
la humanidad. Pero el ser humano no actúa únicamente por su
propia voluntad, sino que, como parte de la naturaleza, como parte
divina de la creación, se permite al ser humano convertirse en
coprotagonista de la creación.
La creación adquiere así un carácter continuo, no acabado. El
Creador, a través del trabajo del ser humano,
continúa la obra de la creación. El ser humano se convierte en
protagonista activo de la creación como manifestación de la
Divinidad. La creación debe ser conducida a su culminación, lo que
implicará el dominio de la naturaleza y de sus fuerzas, el dominio
de la Tierra.
SALIDA AL COSMOS
Pero la humanidad no debe limitarse solamente a conseguir el control
de la naturaleza terrestre, sino que, al ser la Tierra parte del
Cosmos, el ser humano debe aprender a controlar el Sistema Solar y
todo el Cosmos. La salida al Cosmos vendrá a
satisfacer el interés general, el interés común. Ante las
fuerzas cósmicas cesan todos los demás intereses: personales, de
clase y nacionales.
La
idea de salida al Cosmos
lleva implícita la idea de un futuro feliz,
y el desarrollo tecnológico
llevará
al estadio de máxima felicidad
para toda la humanidad, a través de un camino luminoso de
progreso. Sólo un interés no se olvida: el interés general
de todas las personas. Desde este punto de vista,
la actividad del ser humano toma una nueva dimensión que ya no es
sólo terrenal, sino cósmica, y entra en una era de madurez
expresada en las palabras de Tsiolkovski: “La Tierra
es la cuna del ser humano, el Cosmos
es su hogar.”
¿UTOPÍA?
A primera vista, los escritos e ideas de Fiódorov se nos
presentan como un cúmulo de ideas absurdas, barbaridades y herejías
del cristianismo. Aspiraciones irrealizables, utópicas, de
construcción de un mundo feliz, del Reino de Dios en la Tierra. Pero
las ideas de Fiódorov impulsaron el desarrollo de la filosofía y el
desarrollo teórico y práctico de ramas concretas de la
investigación científica rusa, como fue el caso del programa
espacial ruso, al tiempo que sus teorías se
convirtieron en parte de los apoyos éticos de la ciencia
rusa.
Según el Cosmismo, la ciencia y la tecnología se convierten en
factores fundamentales de progreso, pero en un sentido diferente
al de la cultura occidental. La ciencia está cargada de valores
morales y su único objetivo es hacer el bien, estar al servicio de
la humanidad, ayudar al ser humano a vencer el mal y vencer el
estado de imperfección y de sometimiento en que se encuentra con
respecto a la naturaleza.
Al igual que el ser humano conoce el bien y el mal, pero dispone de
libre albedrío para hacer el uno o el otro, como criatura de Dios
tiende a hacer el bien, y la ciencia, llevando en su seno el bien y
el mal, pero tiende por principio a hacer el bien. Con la ciencia
la humanidad puede alcanzar el estado máximo de
felicidad. La ciencia ayudará al ser humano a destruir
a su mayor enemigo: la muerte.
Mi seudónimo es Liu Suria. (Un seudónimo es un nombre o
‘alias’ utilizado por un periodista en sus
actividades, en vez del suyo propio, pero en realidad es
mi nombre espiritual.)
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