domingo, 20 de enero de 2019

¿Somos reptiles?


(Este tema lo escribí dos o tres años antes de que mi estimado ‘youtuber’ León Valverde haya tocado el tema en su canal de Quinta Dimensión, al que estoy suscrito.)

Artículo de opinión
 
Nuestro cerebro reptil
  • El cerebro reptil es la clave más importante para comprender a la secta illuminati y cómo funciona nuestro mundo actual
  • Todos los seres humanos tenemos un cerebro reptil en el centro de nuestro cráneo, compuesto por dos amígdalas
  • Es la parte más antigua de nuestro cerebro llamada paleoencéfalo, cerebro primitivo instintivo o cerebro reptil
  • Nuestra felicidad y realización física y espiritual depende de aprender a armonizarnos con nuestro propio cerebro reptil
  • La energía que tiene el poder de liberarnos de la ‘Matrix’ es una serpiente sagrada, llamada la Madre Kundalini
  • Pero hay que tener mucho cuidado de no hablar mal de los reptiles, para no ofender a nuestro propio cerebro reptil
  • Un cerebro reptil ofendido tiene el poder de enfermarnos, matarnos y dañar a otras personas
  • No se debe ofender nunca al cerebro reptil de otra persona, porque se puede volver muy violenta, sobre todo en las parejas
  • Hemos ofendido muchas veces a nuestro propio cerebro reptil, y ello nos ha producido desarmonía física, sufrimiento y enfermedad
  • La solución es pedir perdón a nuestro propio cerebro reptil, muchas veces, hasta que se comunique con nosotros
  • Cuando ocurra esto, sentiremos lágrimas de felicidad y reconciliación, y una corriente eléctrica recorriendo el cuerpo (es maravilloso)
Guillermo Herrera, 20 ene 19 (Bahía del Palmer, Portus Magnus).- Que me perdone mi admirado escritor británico David Ike, pero todos los seres humanos -nos guste o no nos guste- tenemos un cerebro reptil en el centro de nuestro cráneo, compuesto por dos amígdalas, que es la base más profunda de nuestro cuerpo.
La parte más antigua de nuestro cerebro es el llamado paleoencéfalo o cerebro primitivo instintivo o simplemente “cerebro reptil”. Esta parte del cerebro está formada por los ganglios basales, el tronco cerebral y el sistema reticular, según la terminología médica.
La energía reptil tiene muy mala prensa en nuestra tradición cultural, pero esto no es del todo justo, porque la bondad o la maldad de una energía depende del uso que se haga de ella, igual que con la electricidad.
Lo más importante de todo ello es que nuestra felicidad y realización física y espiritual depende de aprender a armonizarnos con nuestro propio cerebro reptil, y que, según las tradiciones espirituales de Oriente, la energía que tiene el poder de liberarnos de la ‘Matrix’ es una serpiente, llamada la Madre Kundalini, que ha sido venerada por todas las culturas antiguas de la humanidad.

RESPETO
Pero hay que tener mucho cuidado de no hablar mal de los reptiles, para no ofender a nuestro propio cerebro reptil, porque un reptil ofendido tiene el poder de enfermarnos, matarnos y dañar a otras personas.
Siempre me he preguntado qué se esconde detrás de la violencia de género en ambos sexos, y la clave que he encontrado es que no se debe ofender nunca al cerebro reptil de otra persona porque se puede volver muy violenta, más en el caso del hombre que en el de la mujer. Por lo tanto, si una pareja no funciona, sepárense civilizadamente, pero no se ofendan nunca al cerebro reptil porque puede ser muy peligroso.

VIRTUDES
Pero, aparte de ser suceptible de ofenderse, el cerebro reptil tiene valores y virtudes porque en el fondo es muy noble: honor, honra, respeto, lealtad, cortesía, amistad y astucia para evitar el engaño, y lo más importante nos da energía y felicidad para seguir viviendo y armoniza el cuerpo.
A lo largo de nuestra vida hemos ofendido muchas veces, de modo inconsciente, a nuestro propio cerebro reptil, y ello nos ha producido mucha desarmonía física, sufrimiento y hasta enfermedad. Este error sólo tiene una solución: pedir perdón en voz alta a nuestro propio cerebro reptil muchas veces hasta que se comunique con nosotros. Les aseguro que funciona y mucho.
Cuando ocurra esto, sentiremos lágrimas de arrepentimiento y felicidad fluyendo de nuestros ojos, una corriente eléctrica recorriendo el cuerpo y hasta la carne se pondrá de gallina por la emoción. Esto es señal de que nos ha perdonado, de que nos hemos reconciliado con nuestro propio cuerpo físico, de que nos hemos armonizado, y de que hemos vuelto a nacer en la felicidad.
Yo lo hice y todavía lloro de emoción. Lo hice en la carretera y luego me encontré una diminuta lagartija corriendo con una agilidad milagrosa. Lo interpreté como una señal divina, y me di cuenta de que todos los reptiles son sagrados como todas las criaturas, porque fueron creados por la Fuente Original de este Universo.
No hablen mal de ningún reptil, ni hagan daño a ninguna criatura, porque se dañarían a sí mismos. Lo único criticable es el mal uso que se hace de esta energía, no el buen uso.


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